
Zamora: Donde la Historia Respira
Descubre una joya escondida de Castilla y León, donde cada piedra cuenta una leyenda. Zamora, con su imponente legado románico, sus murallas medievales y su sabor auténtico, te invita a perderte en sus calles y encontrarte con siglos de historia viva.
LA MURALLA
La muralla de Zamora es uno de los elementos más representativos del carácter medieval de la ciudad. Construida principalmente entre los siglos XI y XIII, fue diseñada para proteger a la ciudad durante la época de la Reconquista, en un periodo marcado por conflictos y cambios constantes.
Originalmente, llegó a rodear casi por completo el núcleo urbano, con varios recintos concéntricos que se adaptaban al crecimiento de la ciudad. Aunque hoy solo se conservan algunos tramos, estos siguen siendo imponentes y evocadores. Se pueden recorrer partes importantes, especialmente en el entorno del castillo, la catedral y el Portillo de la Lealtad, donde se aprecia la robustez de sus muros y la belleza de sus torres y puertas.
La muralla no solo es un vestigio defensivo, sino también un símbolo del poder y la riqueza de Zamora en la Edad Media. Caminar junto a ella es viajar en el tiempo, entre piedras que han visto pasar reyes, batallas y siglos de historia viva.

Zamora: el secreto mejor guardado de Castilla y León
Conocida como la «ciudad del románico», Zamora es un destino que sorprende. Su casco antiguo, salpicado de iglesias medievales, murallas y miradores al río Duero, es perfecto para perderse sin prisa. Gastronomía auténtica, tradiciones vivas y un ambiente tranquilo hacen de Zamora un lugar ideal para desconectar y disfrutar del turismo cultural con sabor local.

